¿Cómo funciona una cooperativa de viviendas?

El régimen cooperativo se está haciendo un hueco en el mercado inmobiliario español.  Y es que es una de las opciones para comprar una vivienda a un precio inferior al del mercado. Gracias a esta modalidad los cooperantes llegan a ahorrarse un 20%, además, de los beneficios fiscales. Según la plataforma LACOOOP son los jóvenes de hasta 35 años los que muestran mayor interés por esta modalidad frente a la tradicional. Actualmente, la Confederación de Cooperativas de Viviendas de España (CONCOVI) reúne a 2.700 cooperativas de viviendas en toda España.

En este artículo te contamos en qué consiste una cooperativa de viviendas, sus principales ventajas y los pasos qué debes dar para crear una.

Índice de contenidos

¿Qué es una Cooperativa de Viviendas?

Una cooperativa de viviendas es una organización sin ánimo de lucro, formada por personas que se unen con el propósito común de construir o adquirir viviendas de calidad a precios asequibles. En este modelo, los miembros actúan como promotores, eliminando la figura del promotor inmobiliario y reduciendo los costes asociados a la adquisición de vivienda. Cada miembro es copropietario y tiene voz y voto en la toma de decisiones, garantizando una gestión democrática y transparente. Los beneficios se reinvierten en la comunidad y en mejorar las condiciones de vivienda.

A menudo, las cooperativas se apoyan en gestoras especializadas que brindan asesoramiento y servicios de gestión a lo largo de todo el proceso, asegurando la eficiencia y el cumplimiento de los objetivos de la cooperativa. Esta forma de acceso a la vivienda promueve la solidaridad, la calidad de vida y la asequibilidad, constituyendo una opción valiosa para quienes buscan una alternativa comunitaria y económicamente accesible al mercado inmobiliario convencional.

¿Cómo Funciona una Cooperativa de Viviendas?

Las cooperativas de viviendas operan gracias a una estructura organizativa muy bien definida. En el corazón de esta estructura, encontramos órganos sociales clave como la Asamblea General de socios y el Consejo Rector, que juegan roles fundamentales en la toma de decisiones. Vamos a profundizar en cómo funcionan y por qué son tan importantes.

Asamblea General

Aquí es donde la magia ocurre. La Asamblea General es como una gran reunión familiar, donde todos los socios se juntan para charlar, debatir y tomar decisiones sobre los temas más importantes de la cooperativa. Cada persona tiene voz y voto, asegurando que todos tengan la oportunidad de participar y expresar su opinión. Las decisiones se toman por mayoría, aunque hay casos especiales que requieren un consenso más amplio.

Nos encontramos con tres tipos de asambleas:

  1. Ordinaria: Es como la cita anual obligatoria, donde se revisan las cuentas del año y se tratan otros temas que estén en la agenda.
  2. Extraordinaria: Estas son las reuniones especiales que se pueden convocar en cualquier momento para hablar de temas urgentes o importantes.
  3. Universal: En este caso, todos los socios se juntan de forma espontánea, sin necesidad de una convocatoria previa.

Consejo Rector

Este es el equipo que se encarga de llevar las riendas en el día a día. Compuesto por al menos tres miembros (aunque pueden ser más), incluyendo roles clave como el Presidente, Vicepresidente, Secretario y Tesorero, todos elegidos democráticamente en la Asamblea General. El presidente tiene un papel especial, ya que, además de ser un miembro más del equipo, representa legalmente a la cooperativa y tiene la última palabra en caso de empate en las decisiones del Consejo.

Gestoras de cooperativas

Las gestoras son como los ángeles guardianes de las cooperativas. Aunque no toman decisiones por sí mismas, están ahí para asesorar, guiar y asegurarse de que todo marche sobre ruedas. Su presencia es fundamental tanto en las reuniones del Consejo Rector como en las Asambleas Generales, proporcionando apoyo y experiencia en cada paso del camino.

Transparencia y responsabilidad

Todo lo que se decide y habla en las asambleas y en el Consejo Rector queda registrado en actas, como una especie de diario que ayuda a mantener todo claro y transparente. Además, se espera que los miembros del Consejo actúen siempre pensando en el bien común, siendo responsables ante los socios y terceros por cualquier daño que puedan causar por descuido o mala fe.

En Resumen, entender cómo funcionan las cooperativas de viviendas es como aprender a bailar un vals, parece complicado al principio, pero una vez que entiendes los pasos básicos, todo fluye de manera armoniosa. Los órganos sociales son los que marcan el ritmo, asegurando que la voluntad de los socios se respete y que la cooperativa marche en la dirección correcta. Y en este baile, las gestoras de cooperativas son las compañeras de baile perfectas, guiando y asesorando para que cada paso sea el correcto.

Principales características de una Cooperativa de viviendas

A continuación exploraremos las características fundamentales de las cooperativas de viviendas, una opción económica y participativa para adquirir una vivienda. Estas entidades sin ánimo de lucro permiten a los socios involucrarse directamente en el proceso de construcción y toma de decisiones, asegurando transparencia y control sobre la inversión. Abordamos puntos como la estructura democrática, la regulación legal y las particularidades financieras que definen a estas cooperativas, brindándote una visión clara y completa de su funcionamiento. Aquí tienes algunas de sus características:

  • Es una entidad sin ánimo de lucro

Es una sociedad sin ánimo de lucro que construye hogares a precio de coste. Al no existir la figura del promotor, el precio de coste es más barato.

  • Los socios son promotores y compradores de la vivienda. La cooperativa como sociedad tiene personalidad jurídica propia distinta a la de los socios. El propietario/promotor es una parte muy activa de la promoción. Participará en su desarrollo, tomará decisiones con el resto de los socios, elegirá  la constructora que ejecutará la obra, optará en ocasiones por cambios en calidades.
  • En una cooperativa de viviendas los socios mandan. En las cooperativas de viviendas, los propios socios son quienes dirigen la sociedad a través de órganos colegiados como la asamblea general y el consejo rector, siendo los únicos que toman decisiones. La asamblea general es la instancia máxima de deliberación, donde cada socio tiene voz y voto para debatir y acordar temas relacionados con la cooperativa. Por otro lado, el consejo rector se encarga de la gestión y representación de la cooperativa, y está compuesto por miembros elegidos por los socios, con un mínimo de tres y un máximo de quince integrantes. El presidente del consejo rector también actúa como representante legal de la cooperativa.
  • Las cooperativas tienen un funcionamiento democrático. Las decisiones se toman por mayoría en la Asamblea General. Acuden todos los socios. Es normal que todo el mundo no esté de acuerdo en algunas decisiones de la vivienda. Por ello, la ley contempla un procedimiento para impugnar los acuerdos.
  • Las cooperativas de viviendas están muy reguladas legalmente. Las leyes autonómicas de cooperativas prevalecen sobre la estatal y han sido actualizadas para proteger al socio y su inversión, facilitando las promociones de viviendas. Aunque son exigentes y pueden generar inconvenientes, buscan proteger a los socios.
  •  En las cooperativas de viviendas no existe el precio cerrado. Los costes de una cooperativa se cierran al final, cuando se entregan las viviendas a los socios. Y una vez se han cubierto los gastos de la promoción. Es común que las aportaciones de los socios no coincidan exactamente con los costes, resultando en un reembolso o aporte adicional mínimo.
  • En las cooperativas el socio debe estar muy informado. Los miembros de una cooperativa de viviendas deben estar constantemente informados sobre el progreso y cualquier actualización relacionada con sus futuras viviendas, ya que la toma de decisiones depende de esta información. Además, tienen el derecho de votar y ser votados para formar parte de los órganos de gobierno de la cooperativa.
  • Las cooperativas de vivienda deben contar con una gestora profesional. La promoción inmobiliaria implica diversas complejidades y la intervención de múltiples profesionales, y los socios de una cooperativa generalmente no tienen la capacidad de gestionarla por completo. Por esto, suelen contratar a una gestora para recibir asesoramiento y gestionar todos los aspectos del proceso, desde el seguimiento de obras hasta la tramitación de licencias y la entrega de viviendas. Es crucial que la cooperativa investigue la solvencia, experiencia y reputación de la gestora antes de contratarla, y asegurarse de que todo esté claramente establecido en un contrato. Además, la relación entre la gestora y la cooperativa debe ser transparente, y la gestora debe actuar siempre conforme a las instrucciones de la cooperativa y no puede manejar sus fondos económicos.

Ventajas y beneficios de vivir en una Cooperativa de Viviendas

Optar por ser parte de una cooperativa de viviendas puede resultar en un camino inteligente y estratégico para aquellos que están explorando el mercado inmobiliario, especialmente si es su primera incursión en él. Este enfoque ofrece muchas ventajas y beneficios, que van desde aspectos económicos y fiscales hasta la posibilidad de participación activa en decisiones importantes. Te lo explicamos en detalle:

Beneficios económicos

Las cooperativas presentan una oportunidad para ahorrar entre un 20% y un 30% en el costo de adquisición de una propiedad en comparación con los precios de mercado tradicionales. Esto se debe a que se construyen al costo, lo que significa que los socios solo pagan por los gastos reales de construcción, eliminando cualquier margen de ganancia que normalmente se pagaría a intermediarios o promotores. Además, los socios tienen la libertad de personalizar sus viviendas, seleccionando los materiales y acabados de su preferencia, y también pueden participar en la toma de decisiones respecto a las áreas comunes.

Beneficios Fiscales

  • Para la Cooperativa

Las cooperativas disfrutan de un conjunto de ventajas fiscales, como la exención en el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) y del IVA en la compra del terreno. Asimismo, se benefician de una reducción del 95% en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y están sujetas a un tipo impositivo reducido del 20% en el Impuesto de Sociedades.

  • Para los Socios

Las contribuciones realizadas por los socios a la cooperativa son completamente deducibles en su declaración de impuestos, proporcionando un beneficio fiscal considerable.

Participación y personalización

Ser socio de una cooperativa significa tener una participación activa en decisiones cruciales, lo que incluye la capacidad de personalizar tu propio espacio y decidir sobre las áreas comunes. Esta ventaja asegura que tu hogar se ajuste perfectamente a tus necesidades y gustos personales, evitando gastos extra en futuras remodelaciones.

Seguridad y tranquilidad

Invertir en una cooperativa de viviendas es una alternativa segura. Estas entidades están bajo el amparo de la ley, y tus aportaciones están resguardadas en cuentas especiales, respaldadas desde el momento en que se concede la licencia para construir. Además, existe la opción de contratar un seguro de caución para proteger aún más tus inversiones.

Flexibilidad de pago y fomento del ahorro

La posibilidad de fraccionar el pago del inicial en cuotas mensuales facilita la planificación financiera, brindando una mayor flexibilidad y promoviendo el hábito del ahorro.

Inversión estratégica

Para aquellos interesados en adquirir propiedades con fines de alquiler, las cooperativas se presentan como una opción sumamente atractiva. Este enfoque, denominado Buy to Rent, requiere una inversión inicial de solo el 20% del valor total de la propiedad, permitiendo cubrir la hipoteca con los ingresos del alquiler y, por ende, aumentando tu patrimonio con una inversión relativamente baja.

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Derechos de los socios de una cooperativa

Como parte integral de una cooperativa de viviendas, cada socio disfruta de varios derechos, conforme a lo establecido en los artículos 23 de la Ley 4/1999 y 16 de la Ley 27/1999.

1. Participación activa: Tienes el derecho de ser un miembro activo, asistiendo y votando en las asambleas generales, e incluso postulándote para formar parte de los órganos de dirección, como el consejo rector.

2. Acceso a la información: Es tu derecho estar bien informado acerca de los aspectos cruciales de la cooperativa. Esto incluye recibir los estatutos, tener acceso a documentos importantes, solicitar detalles sobre el funcionamiento de la cooperativa y proponer temas para discusión en las asambleas.

3. Baja voluntaria: Puedes optar por darte de baja de la cooperativa. Este acto puede ser clasificado como justificado o no, dependiendo de las circunstancias.

4. Actualización y liquidación financiera: Tienes derecho a la actualización y, cuando corresponda, a la liquidación de tus aportaciones al capital social, así como de los pagos realizados para financiar la vivienda. Además, podrías recibir intereses por estas sumas. Los plazos para estas transacciones varían: 18 meses para bajas voluntarias, 3 años para bajas no justificadas y 5 años en caso de expulsión, aplicándose las deducciones necesarias.

5. Beneficios de la venta o alquiler: En caso de que la cooperativa obtenga ingresos por la venta o alquiler de locales comerciales incluidos en la promoción, tienes derecho a recibir una parte proporcional de esos beneficios, los cuales suelen utilizarse para reducir el costo de la vivienda. Esto se conoce como “retorno cooperativo”.

Quién puede ser socio de una cooperativa de viviendas

En una sociedad cooperativa de viviendas pueden participar diferentes tipos de personas y grupos. Veámoslo:

  1. Personas como tú : Si necesitas un lugar para vivir o un espacio para trabajar, puedes unirte. Esto también aplica para las personas que viven contigo.
  2. Entidades gubernamentales y organizaciones sin fines de lucro pueden unirse a sociedades cooperativas de viviendas para proporcionar casas o espacios de trabajo a las personas a las que asisten, facilitando así el acceso a opciones de vivienda y laborales para mejorar su bienestar y estabilidad.
  3. Cualquier persona, en general: Si la cooperativa se encarga de construir y cuidar casas y lugares de trabajo, ¡todos son bienvenidos!

Para ser parte, tienes que pedirlo por escrito y hay un grupo de personas en la cooperativa que decidirá si puedes unirte. Te lo dirán en un plazo de tres meses y si no te responden en ese tiempo, ¡es como si te hubieran dicho que sí! Pues se considera tu petición aprobada. Pero si te dicen que no, no te preocupes, puedes pedir que lo revisen de nuevo.

Cómo crear una Cooperativa de Viviendas

La creación de una cooperativa de viviendas es un proceso jurídico y administrativo que exige seguir varios pasos cruciales. Así, aseguramos su correcta constitución y funcionamiento legal. A continuación te damos toda la información que necesitas saber.

1. Solicitud del Certificado de Denominación No Coincidente

Iniciar este proyecto implica, en primer lugar, solicitar un Certificado de Denominación No Coincidente al Registro de Cooperativas. Dependiendo del alcance geográfico de tu actividad, deberás dirigirte al Registro Central de Cooperativas (si tu actividad se extiende a más de una Comunidad Autónoma) o al Registro Autonómico correspondiente. Este certificado confirma que el nombre de tu cooperativa es único, evitando coincidencias con otras entidades ya registradas.

2. Formar la Asamblea Constituyente

El siguiente paso reúne a todos los socios fundadores en la Asamblea Constituyente. Este encuentro sirve para tomar decisiones clave, determinar la aportación económica de cada socio, definir los Estatutos, establecer los objetivos y la misión de la entidad y, por último, elegir a los cargos directivos.

3. Elevación pública de los acuerdos y escritura de constitución

Posteriormente, se deben elevar a público los acuerdos tomados en la Asamblea. Este proceso incluye formalizar la escritura de constitución de la cooperativa ante un notario. Es importante destacar que este paso debe completarse en un plazo máximo de dos meses desde la celebración de la Asamblea Constituyente.

4. Apertura de la cuenta bancaria y capital social inicial

Con los Estatutos y la escritura notarial en tu poder, el siguiente paso es abrir una cuenta bancaria a nombre de la cooperativa. Acto seguido, debes depositar la cantidad mínima requerida para el capital social, tal como lo estipulan los Estatutos.

5. Solicitar el código de identificación fiscal (CIF)

Una vez abierta la cuenta bancaria, el siguiente paso es solicitar el CIF o Código de Identificación Fiscal para tu cooperativa. Este trámite se puede gestionar directamente en la notaría o por parte de la propia cooperativa ante la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Además, es necesario dar de alta la cooperativa en el Impuesto de Actividades Económicas y en el Impuesto de Sociedades. También debes asegurarte de abrir los libros contables requeridos por ley.

6. Liquidación de Impuestos y transmisiones patrimoniales

A continuación, debes liquidar los impuestos correspondientes, incluyendo el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Este paso se debe completar en un plazo máximo de un mes desde la fecha en que se otorgó la escritura.

7. Inscripción en el Registro de Cooperativas

Para finalizar, debes inscribir la escritura de constitución de tu cooperativa en el Registro de Sociedades Cooperativas. Este puede ser a nivel Nacional o Autonómico, dependiendo de cómo se distribuya geográficamente la actividad de tu cooperativa. Hasta que la sociedad esté debidamente inscrita, debes añadir a la denominación social el término “en constitución”.

¿Qué tengo que hacer para entrar en una cooperativa de vivienda?

Antes de invertir en una cooperativa de vivienda, es crucial realizar una investigación exhaustiva. Aquí te proporcionamos una guía completa para ayudarte a tomar una decisión informada y segura de los aspectos clave que debes tener en cuenta:

  • Verifica si la cooperativa es legal: Antes de unirte a una cooperativa, asegúrate de que esté legalmente constituida y registrada.
  • Conoce si se administra a través de una gestora: Investiga si la administración se llevará a cabo a través de una gestora de cooperativa de viviendas y cuáles son sus responsabilidades.
  • Solicita los Estatutos: Pide una copia de los Estatutos para conocer las normas internas de la cooperativa.
  • Aportación de capital inicial: Prepárate para realizar una aportación inicial y asegúrate de que los Estatutos expliquen cómo recuperar esta cantidad si el proyecto no se concreta.
  • Conoce el plan de financiación y pagos: Informarte sobre el plan de financiación y las fechas de los pagos es esencial.
  • Confirma tus aportaciones: Asegúrate que tus aportaciones están aseguradas o avaladas, incluso antes de la obtención de la licencia de edificación.
  • Verifica la propiedad del terreno: Averigua si la cooperativa ya es dueña del terreno o si tiene una opción de compra.
  • Solicita información sobre el proyecto: Busca si existe un proyecto básico o un anteproyecto ya definido.
  • Conoce los plazos de ejecución y entrega de las viviendas. 
  • Conoce tus derechos como miembro de la cooperativa: Una vez que seas parte de la cooperativa, tendrás una serie de derechos y podrás acceder a beneficios específicos.
  • Cómo darse de baja de la cooperativa. Aprende sobre los procesos y condiciones para darte de baja de la cooperativa, asegurando la recuperación de tus aportaciones.

¿Cómo saber si una cooperativa de vivienda es legal?

Conocer la legislación es importante. Si no la revisas, podrías perderte ventajas como los Fondos Next Generation para rehabilitar viviendas. En esta línea entra en juego la posibilidad de saber si una cooperativa de vivienda es legal.  Las cooperativas se rigen por la ley 27/1999. A continuación te indicamos los pasos a seguir para comprobar si es legal la cooperativa en la que estás interesad@.

1. Comprobar que esté inscrita en el Registro

Lo primero es asegurarte de que la cooperativa esté bien registrada y tenga la autorización de las autoridades locales. Para ello, debes verificar su inscripción en el registro de cooperativas de la comunidad autónoma correspondiente. Además, puedes acudir a la Confederación de Cooperativas de Viviendas (CONCOVI) para confirmar y asesorarte.

2. Documentación en Regla

Investiga si la cooperativa tiene toda su documentación en regla, como estatutos y actas de asamblea. Asegúrate de que esté completa y actualizada. Este paso es clave para entender cómo funciona y cómo está estructurada la cooperativa.

3. Antecedentes y reputación

Revisa si la cooperativa ha tenido problemas legales o sanciones en el pasado. Es fundamental conocer los antecedentes de la gestora, y puedes pedir referencias a entidades financieras o al ayuntamiento. No olvides que las decisiones importantes deben contar con la aprobación de los socios en la asamblea general.

4. Acceso a la cuenta bancaria

La cooperativa debe ser transparente y rendir cuentas. Todos los cooperativistas deberían tener acceso a la cuenta bancaria donde se depositan las cuotas, y los plazos de pago tienen que estar claramente establecidos en los estatutos.

5. Seguridad Financiera

Las aportaciones de los socios deben estar protegidas, ya sea mediante un seguro o con el aval de una entidad financiera. Esto es crucial para evitar posibles pérdidas de dinero.

6. Tienes derecho a que te devuelvan el dinero

Si decides salirte de la cooperativa, tienes derecho a que te devuelvan el dinero. Eso sí, hay que diferenciar entre el dinero aportado al capital social, que sí debe ser reembolsado, y las cantidades destinadas a cubrir los gastos de la cooperativa. El dinero invertido en la construcción de la vivienda se te devolverá cuando otro socio ocupe tu lugar.

7. Claridad en los plazos y en la propiedad del terreno

Los plazos para construir las viviendas deben estar claros y especificados en el contrato. También es crucial saber quién es el dueño del terreno, asegurarse de que se pueda urbanizar y comprobar si la cooperativa tiene un contrato de opción de compra, o si el terreno es público o privado.

8. Aprende de las malas experiencias

Ten en cuenta las malas experiencias de otros cooperativistas para no repetirlas. Hay entidades financieras e inmobiliarias que han creado cooperativas para vender viviendas a buen precio, pero también casos de gente que invirtió en proyectos que nunca se llevaron a cabo.

¿En qué consiste una Cooperativa de Viviendas para personas mayores?

Ante el creciente envejecimiento de la población, las cooperativas para personas mayores se presentan como una opción innovadora, inspirada en el modelo de cohousing. Este sistema permite a los adultos mayores compartir estancias y servicios, promoviendo un ambiente de solidaridad, participación activa y convivencia. En este entorno, los residentes gestionan colectivamente la entidad, tomando decisiones conjuntas sobre los servicios, operaciones y diseño del lugar, lo que resulta en un espacio seguro, cómodo y adaptado a sus necesidades.

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Las cooperativas para personas mayores son entidades gestionadas por los propios residentes, quienes toman decisiones en conjunto acerca de los servicios, operaciones y diseño del lugar. Por ejemplo, los residentes de una cooperativa de mayores pueden organizar sesiones de yoga comunitario en las áreas verdes, para después disfrutar de un desayuno saludable en el comedor compartido. La socialización es el objetivo, y las actividades recreativas, como tardes de cine o talleres de arte, son habituales.

Otro punto a destacar es la ubicación estratégica de estas cooperativas, generalmente situadas en áreas céntricas, permitiendo a los residentes acceso fácil a servicios médicos, tiendas y actividades culturales. Algunas cooperativas, por ejemplo, se construyen cerca de un centro de salud y del centro cultural, para contribuir al bienestar general.

Las cooperativas para personas mayores ofrecen un modelo de vida comunitaria, donde los socios pueden disfrutar de su jubilación de manera activa, rodeados de apoyo mutuo y en un entorno que promueve la autonomía y la participación. El objetivo es proporcionar a los mayores oportunidades para mantenerse activos, sociables y felices.

Ejemplos de cooperativas en España

Hay muchos ejemplos de vivienda cooperativa en España que sirven como referencia a nuevos modelos. Aquí te dejamos algunos para que te puedas hacer una idea de este tipo de viviendas llevadas a la práctica, y comprobar cómo otro modelo de vivienda sí es posible. Son viviendas privadas con gran cantidad de espacios comunes permiten vivir en compañía y estar junto al resto de vecinos de forma más cercana que en un bloque de edificios o urbanización normal. Es parecido a vivir con una gran familia.

Entrepatios Las Carolinas en Madrid

EntrePatios-LasCarolinas

Con 17 viviendas y 53 vecinos/as, Entrepatios-Las Carolinas, es una de las promociones de vivienda colaborativa en el barrio madrileño de Usera. Un edificio ‘CO2nulo’, con estructura de madera y consumo energético casi nulo. Este proyecto nace en Madrid en 2017. Lo llevó a cabo gestora especializada COHOUSINGVERDE.

Los socios propietarios están muy comprometidas en temas de ecología social y medioambiental. La parte más destacable de este proyecto han sido las zonas comunes. Cuentan con lavadería, parking para 67 bicicletas, patio, cocina y comedor común en la parte alta del edificio de manera que siempre que quieran los propietarios pueden interatuar entre ellos, más allá de coincidir en las escaleras o la piscina.

El edificio está construido según el estándar Passivhaus, un tipo de construcción que persigue que la demanda de energía sea la menor posible, evitando las pérdidas de calor y de frío mediante un alto grado de aislamiento y estanqueidad del edificio.

Cohousing Aflorem en Badalona

Aflorem-Badalona

Este proyecto es una iniciativa surgida de un grupo de personas con diversidad funcional y esclerosis múltiple.  Para entrar en esta cooperativa fue necesario acreditar discapacidad física o ser mayor de 65 años.

Cada miembro de la cooperativa goza de su vivienda privada y de amplios espacios comunitarios adaptados a los deseos y necesidades del grupo, favoreciendo al mismo tiempo la autonomía personal como la integración social. Como por ejemplo,  gimnasio con fisioterapeuta y piscina climatizada para realizar los ejercicios necesarios para su salud.

Residencial Puerto de la Luz, Málaga

 

Residencial Puerto de la Luz

Esta cooperativa de viviendas es un residencial para personas mayores en Málaga. Consiste en  60 apartamentos de 50 metros cuadrados con terrazas amplias de 12 metros.

En cuanto a las zonas comunes destacan la lavandería, gimansio, peluquería, grupo electrógeno para emergencias y atención individualizada.

Como ves, las cooperativas de viviendas ya son una realidad que todos podemos disfrutar en un futuro que ya está aqui. Las ventajas son muchas como has podido ver a lo largo de este artículo.

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