Con la llegada del buen tiempo muchas personas se plantean instalar una piscina hinchable en su terraza para sobrellevar el calor. A simple vista parece una solución inofensiva y refrescante, pero ¿es realmente segura? ¿Puede soportarlo la estructura del edificio? ¿Qué responsabilidades asume el propietario si ocurre un daño?
Aunque no hay una ley que lo prohíba expresamente, la normativa técnica y la experiencia profesional alertan de los riesgos estructurales que puede suponer colocar cientos de litros de agua sobre un forjado residencial. La falta de información, la presión social en redes y la aparente facilidad de montaje hacen que muchas personas pasen por alto los posibles peligros.
En este artículo analizamos por qué las piscinas portátiles pueden no ser una buena idea en terrazas o cubiertas, qué dice el Código Técnico de la Edificación al respecto y qué medidas deben tomarse para evitar accidentes o responsabilidades legales.
Índice de contenidos
- 1 ¿Puede prohibirme la Comunidad poner una piscina hinchable en mi terraza?
- 2 Riesgos de poner una piscina hinchable
- 3 Qué debes saber antes de instalar una piscina hinchable
- 4 Normativa técnica: cargas estructurales según el CTE
- 5 Responsabilidad de instalar una piscina en la terraza
- 6 Alternativas seguras para refrescarse en la terraza
¿Puede prohibirme la Comunidad poner una piscina hinchable en mi terraza?
No. No hay una ley específica que trate el uso de las piscinas hinchables. La única vía sería que estuviese recogida la prohibición de uso en los Estatutos de la Comunidad, que se modifican por unanimidad.
No obstante, hay algunas razones de peso por las que la comunidad puede pedirte que la retires.
Riesgos de poner una piscina hinchable
Sobrecarga estructural: El agua pesa mucho. Una piscina de apenas 3.000 litros (3 m³) puede generar una carga superior a 500 kg/m², cuando la mayoría de terrazas residenciales están calculadas para soportar una carga de uso de solo 200 kg/m², según el Código Técnico de la Edificación (CTE). Este exceso puede provocar grietas, deformaciones o incluso el colapso del forjado con consecuencias muy graves.
Deterioro de la impermeabilización: La acumulación de agua en contacto directo con el pavimento, especialmente si hay fugas o desbordamientos, puede dañar la impermeabilización de la cubierta, filtrarse a viviendas inferiores y generar humedades, moho o daños en los techos.
Riesgo eléctrico y de accidentes personales: En muchos casos, las terrazas tienen tomas eléctricas exteriores o instalaciones cercanas. El contacto del agua con estos puntos puede provocar cortocircuitos o accidentes eléctricos. Además, el uso de la piscina sin supervisión o con niños pequeños puede generar caídas, resbalones y otros incidentes.
Responsabilidad legal del propietario: Si se produce un daño estructural, una filtración o un accidente, y se demuestra que se ha superado la capacidad de carga o no se ha solicitado una evaluación técnica previa, el propietario será el responsable legal. Esto puede derivar en costosas reparaciones, conflictos con la comunidad e incluso sanciones por negligencia.
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Qué debes saber antes de instalar una piscina hinchable
Lo primero de todo, es saber el sitio donde se va a instalar la piscina hinchable y conocer el peso que soporta la zona donde se vaya a colocar:
Lugar
Con el fin de evitar graves accidentes es muy importante instalarlas en el lugar adecuado y comprobar antes la carga que puede soportar.
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- Patio o jardín sin construcción subterránea no habría ningún problema, ya que no hay nadie debajo ni puede provocar daños de ningún tipo.
- Terrazas y balcones. Puede ocasionar problemas estructurales
- Sobre forjados de garaje. Igual que en el caso anterior, la estructura podría verse afectada.
- Adosados. Tampoco es recomendable que se instale al lado de un muro de carga, pues puede hacer que este se desplace y se acabe desplomando.
Normativa técnica: cargas estructurales según el CTE
El Código Técnico de la Edificación (CTE) establece las cargas de uso que deben considerarse en el diseño estructural de los edificios. Para zonas de uso residencial, como terrazas y balcones, se estipula una sobrecarga de uso de 2,0 kN/m², equivalente a 200 kg/m².
Este valor representa la carga adicional que la estructura debe soportar, además del peso propio de los materiales. Es importante destacar que esta carga está pensada para usos habituales, como el tránsito de personas y mobiliario ligero.
Instalar una piscina hinchable puede suponer una carga significativamente superior. Por ejemplo, una piscina con una capacidad de 3.000 litros (3.000 kg) distribuida en una superficie de 6 m² genera una carga de 500 kg/m², más del doble de la sobrecarga prevista por el CTE.
Este exceso puede comprometer la seguridad estructural del edificio, especialmente si la carga no está uniformemente distribuida o si la estructura presenta deficiencias. Por ello, es fundamental consultar con un técnico competente antes de realizar este tipo de instalaciones.
Para quedarse más tranquilo y conocer con exactitud las cargas diseñadas, debe consultarse la memoria del edificio teniendo en cuenta el año de construcción. En líneas generales, la media de carga que aguanta una terraza o forjado son 300 Kg/m².
Arquitecto o aparejador
Las piscinas hinchables no advierten sobre la resistencia de la estructura del piso y las etiquetas solo informan de la capacidad, por ello lo más sensato es contactar con un arquitecto o aparejador para que vea el lugar exacto donde se quiere colocar y determine si es posible o no a través de un certificado que avale que esa estructura en particular soporta el extra peso que se quiere colocar.
Responsabilidad de instalar una piscina en la terraza
Uno de los mayores riesgos asociados a la instalación de una piscina hinchable en una terraza es que el agua puede provocar daños estructurales o inundaciones que afecten a viviendas inferiores o zonas comunes. En este tipo de casos, la responsabilidad civil puede recaer sobre el propietario que ha instalado la piscina, especialmente si no ha solicitado autorización previa a la comunidad o si la instalación no cumple los requisitos técnicos adecuados.
El seguro de hogar puede no cubrir este tipo de siniestros si se considera que ha habido una actuación negligente o si la piscina no ha sido declarada en la póliza. Del mismo modo, el seguro de la comunidad tampoco suele cubrir daños provocados por elementos privativos no autorizados o que excedan la carga estructural del inmueble.
Antes de instalar una piscina, conviene consultar con la aseguradora si la cobertura incluye responsabilidad civil por daños derivados de filtraciones o sobrepeso estructural. En muchos casos, será necesario contratar una cobertura adicional.
Alternativas seguras para refrescarse en la terraza
No todos los espacios están preparados para soportar una piscina, pero eso no significa que debamos renunciar a refrescarnos en verano. Existen varias alternativas más seguras que permiten disfrutar del buen tiempo sin comprometer la estructura del edificio:
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Duchas portátiles solares: Funcionan con energía solar y permiten refrescarse sin acumular grandes cantidades de agua.
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Nebulizadores o vaporizadores de agua: Proyectan una fina bruma que reduce la temperatura ambiente, ideales para terrazas pequeñas o zonas comunes.
Consulta siempre con el administrador de fincas si tienes dudas sobre el uso de agua o el espacio de la terraza, y evita cualquier instalación que no esté expresamente permitida por la comunidad o por el proyecto de obra original del edificio.
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