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Dejar cosas en las zonas comunes de la comunidad

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Disfrutar de las zonas comunes de la comunidad de propietarios es un derecho de todos los vecinos, siempre que cumplan con las normas establecidas y estén al corriente de los pagos comunitarios. Sin embargo, el uso de estas áreas puede ser motivo de disputa, especialmente cuando se trata de dejar objetos personales, como bicicletas o carritos de bebé, en los rellanos o pasillos. A lo largo de este artículo, te explicamos en detalle qué dice la normativa al respecto y cómo se puede gestionar este uso sin afectar la convivencia.

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¿Qué dice la ley sobre el uso de zonas comunes en las comunidades de vecinos?

La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) y el Código Civil regulan el uso de las zonas comunes en comunidades de propietarios, brindando directrices claras. Según el artículo 394 del Código Civil, “cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a los copartícipes utilizarlas según su derecho.” Esto significa que los vecinos tienen derecho a utilizar las zonas comunes, pero deben hacerlo de forma que no afecten el disfrute de los demás.

Para aquellas situaciones en las que los vecinos desean almacenar objetos en estas áreas, la ley establece que cada comunidad puede decidir sobre el uso de espacios comunes específicos. Si se permite en los estatutos, no hay problema, pero en su ausencia, cualquier cambio debe ser aprobado por unanimidad en junta. Esta medida asegura que todos los propietarios estén de acuerdo con el uso compartido de estos espacios para evitar conflictos.

¿Qué se considera zona común de un edificio?

Las zonas comunes de un edificio son aquellas áreas que pertenecen a todos los propietarios y están destinadas al uso colectivo. Según el artículo 396 del Código Civil, se consideran elementos comunes de un edificio los siguientes:

  • Escaleras y ascensores
  • Pasillos y rellanos
  • Portales y fachadas
  • Instalaciones de electricidad, agua y calefacción
  • Estructura y cubiertas del edificio

Estas zonas son esenciales para el funcionamiento del edificio y no están destinadas al almacenamiento privado. Su uso indebido puede comprometer la seguridad y accesibilidad del edificio, además de generar problemas de convivencia.

Además, algunos edificios cuentan con zonas comunes de uso privado, como patios interiores o terrazas asignadas a ciertos propietarios. Aunque estas áreas están reservadas para un grupo específico de vecinos, la comunidad también tiene voz sobre su gestión para asegurar el cumplimiento de las normas generales de convivencia y estética.

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¿De quién son las zonas comunes de un edificio?

Las zonas comunes pertenecen a todos los propietarios de la comunidad, en proporción a su cuota de participación establecida en el título constitutivo de la propiedad. Aunque el uso es compartido, la posibilidad de disponer de estas áreas para fines personales, como almacenar bicicletas o carritos, debe estar reflejada en los estatutos o debe ser aprobada por unanimidad en una junta de propietarios.

Normas de uso de las zonas comunes en una comunidad de propietarios

Cada comunidad de propietarios puede establecer normas específicas para el uso de las zonas comunes en los estatutos o en el reglamento de régimen interior. Estas normas son esenciales para mantener el orden y asegurar que todos los vecinos puedan disfrutar de estas áreas. Entre los aspectos más comunes que suelen incluirse están:

  • Horarios de uso de instalaciones como jardines, piscinas o zonas recreativas.
  • Prohibiciones de almacenamiento de objetos personales en escaleras, pasillos y rellanos para garantizar el tránsito seguro.
  • Normas de convivencia, que incluyen el respeto a los espacios compartidos y a los vecinos, limitando actividades ruidosas o invasivas en ciertas horas.

Es fundamental que los vecinos conozcan y respeten estas normas para garantizar una convivencia pacífica y evitar conflictos. En caso de que alguien incumpla con estas normas, la comunidad tiene la facultad de tomar medidas, desde notificaciones verbales hasta acciones legales si es necesario.

Derechos del propietario sobre las zonas comunes

Cada propietario tiene derecho a utilizar y disfrutar de las zonas comunes según su finalidad, siempre que respete las normas y no perjudique a otros vecinos. Esto significa que, aunque todos los propietarios son copropietarios de las zonas comunes, deben utilizarlas de manera responsable y adecuada. Además, en algunos casos, la comunidad puede acordar el uso exclusivo o particular de ciertas áreas comunes, como jardines o patios, para eventos o actividades específicas. Sin embargo, estos acuerdos deben aprobarse en junta y estar en línea con la normativa de la comunidad.

Obligaciones del propietario sobre las zonas comunes

Además de los derechos, los propietarios tienen ciertas obligaciones sobre las zonas comunes. Estas obligaciones están pensadas para preservar el buen estado de las instalaciones y asegurar que todos los vecinos puedan disfrutar de ellas. Las principales obligaciones son:

  • Contribuir al mantenimiento y reparación de las zonas comunes según la cuota de participación.
  • Utilizar de forma responsable las instalaciones para evitar daños.
  • Cumplir con las normas comunitarias y respetar a los demás propietarios y sus derechos.

Si un propietario incumple alguna de estas obligaciones y, por ejemplo, causa daños en una zona común, la comunidad tiene derecho a exigir una compensación económica o solicitar la restauración de la zona afectada.

Problemas de dejar objetos en zonas comunes

El almacenamiento de objetos personales en zonas comunes puede causar diversos problemas, como:

  • Obstrucción del paso: Las bicicletas, carritos o patinetes en rellanos y pasillos pueden dificultar el tránsito y representar un riesgo en caso de emergencia.
  • Conflictos entre vecinos: El uso indebido de zonas comunes suele generar tensiones.
  • Riesgos de seguridad: Los objetos pueden causar accidentes o ser objeto de vandalismo.

¿Qué objetos puedo dejar y cómo puedo hacerlo?

En general, se desaconseja dejar objetos personales en las zonas comunes sin el permiso de la comunidad. Si un vecino necesita dejar temporalmente un objeto en estas áreas, debe consultarlo primero con la junta y asegurarse de que no afectará a otros. Las zonas habilitadas como trasteros o garajes suelen ser los lugares adecuados para estos fines.

¿Puedo dejar la bicicleta o el carrito de bebé en zonas comunes del edificio como el rellano?

La decisión de permitir o no el almacenamiento de bicicletas y carritos en las zonas comunes depende de cada comunidad. En muchos casos, los estatutos de la comunidad especifican si es posible dejarlos en ciertos espacios. Si los estatutos no dicen nada al respecto, este uso debe ser aprobado en una junta de propietarios por unanimidad. De lo contrario, los vecinos deben buscar alternativas, como el uso de garajes o trasteros.

¿Qué hacer si un vecino deja objetos en las zonas comunes sin permiso?

Si un vecino deja su bicicleta o carrito de bebé en zonas comunes sin autorización y esto causa molestias, los pasos recomendados son:

  1. Comunicación directa: Intenta hablar con el vecino de forma amistosa para solucionar el problema.
  2. Notificación formal: Informa al presidente o al administrador de la comunidad si el problema persiste.
  3. Medidas legales: Como último recurso, la comunidad puede tomar acciones legales para garantizar el cumplimiento de las normas.

¿Quién se hace cargo de las zonas comunes?

La responsabilidad del mantenimiento y conservación de las zonas comunes recae en la comunidad de propietarios, y los gastos se cubren con las cuotas mensuales de cada vecino según su cuota de participación. En la mayoría de los casos, el administrador de fincas se encarga de supervisar y gestionar estas áreas bajo la dirección del presidente y la junta de propietarios.

¿Qué seguros necesita una comunidad de vecinos?

Contratar seguros adecuados es fundamental para proteger tanto el patrimonio como la seguridad de una comunidad de vecinos. Aunque en España no existe una obligación legal general para que las comunidades de propietarios cuenten con seguros, la gran mayoría opta por adquirirlos para cubrir posibles riesgos y garantizar el respaldo necesario ante cualquier eventualidad. Además, algunas comunidades autónomas, como Madrid, establecen la obligatoriedad de ciertos seguros, como el de responsabilidad civil, para cubrir daños a terceros en zonas comunes.

A continuación, se explican los seguros más recomendables para una comunidad de vecinos y sus coberturas:

  1. Seguro de responsabilidad civil
    Este seguro es esencial, ya que cubre posibles daños personales o materiales a terceros que puedan ocurrir en las zonas comunes de la comunidad. Por ejemplo, si una persona sufre un accidente debido a un desperfecto en una escalera o resbala en el portal, el seguro de responsabilidad civil se encargaría de cubrir los gastos médicos y posibles indemnizaciones. Este seguro es especialmente importante porque protege tanto a la comunidad como a sus propietarios de asumir responsabilidades legales que pueden ser costosas.
  2. Seguro de daños materiales
    El seguro de daños materiales es clave para proteger la infraestructura del edificio contra incendios, inundaciones, explosiones, actos vandálicos y otros siniestros. En caso de un incendio en el garaje o de una fuga de agua que afecte a las zonas comunes, este seguro cubriría los costos de reparación y restauración. A menudo, este seguro también incluye coberturas específicas para elementos como ventanas, fachadas y tejados, que pueden ser costosos de reparar o reemplazar.
  3. Seguro multirriesgo de comunidad
    Este tipo de seguro agrupa varias coberturas en una sola póliza y es uno de los más contratados por comunidades de vecinos, ya que incluye tanto la responsabilidad civil como la protección contra daños materiales. Además, el seguro multirriesgo suele ofrecer coberturas adicionales como:

    • Robo y vandalismo en zonas comunes.
    • Daños eléctricos, que pueden afectar instalaciones como el ascensor o los sistemas de iluminación.
    • Daños por agua, que cubre roturas de tuberías y filtraciones.
    • Cristales y lunas, para cubrir roturas en ventanas y puertas de acceso.

    Al incluir estas coberturas en una sola póliza, el seguro multirriesgo resulta ser una opción completa y generalmente más económica para la comunidad.

  4. Seguro de defensa jurídica
    Este seguro ofrece asesoría y respaldo en caso de litigios legales. Las comunidades de propietarios suelen enfrentarse a disputas con vecinos o proveedores, por lo que la cobertura de defensa jurídica es útil para proteger los intereses de la comunidad sin incurrir en elevados costos de abogados o procedimientos legales. Este seguro cubre, por ejemplo, la defensa ante demandas por daños causados en zonas comunes o conflictos con vecinos por ruidos o incumplimiento de normas.
  5. Seguro de accidentes para empleados de la comunidad
    Si la comunidad de vecinos cuenta con empleados, como porteros, jardineros o personal de mantenimiento, es obligatorio tener un seguro de accidentes laborales. Este seguro cubre los costos médicos y posibles indemnizaciones en caso de accidentes laborales en las instalaciones de la comunidad. También es importante para cumplir con la normativa laboral y asegurar la protección de los empleados.
  6. Seguro de responsabilidad civil para juntas directivas
    Algunas comunidades optan por este seguro, especialmente en edificios grandes o complejos, donde los miembros de la junta directiva tienen una mayor responsabilidad en la toma de decisiones. Este seguro cubre posibles reclamaciones por errores o negligencias en la gestión de la comunidad. Por ejemplo, si una decisión de la junta genera daños económicos a la comunidad o a un tercero, el seguro se haría cargo de la compensación.

¿Es obligatorio contratar seguros en una comunidad de vecinos?

Aunque, como se mencionó, no existe una obligación legal general, se recomienda que las comunidades de vecinos cuenten al menos con los seguros de responsabilidad civil y daños materiales, especialmente en edificios grandes o complejos, donde los riesgos son mayores. Además, en algunas comunidades autónomas es obligatorio contar con un seguro de responsabilidad civil, lo cual hace necesario que la comunidad verifique la normativa local aplicable para asegurarse de cumplir con los requisitos legales.

El uso de las zonas comunes debe gestionarse con el consenso de todos los vecinos y siempre respetando los derechos de cada propietario. La normativa permite a los vecinos utilizar estos espacios de manera compartida y segura, pero el almacenamiento de objetos personales, como bicicletas o carritos de bebé, requiere del consentimiento de la comunidad para no afectar la convivencia y el bienestar general.

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