El juego es fundamental para el desarrollo de los niños. Para que ellos disfruten de él en la comodidad de tu edificio, es importante aportarles un espacio adaptado a sus necesidades. Los parques infantiles inclusivos en comunidades son parques adaptados para niños y niñas de capacidades diversas y pretenden que los más pequeños disfruten, aprendan e interactúen entre ellos. Te contamos todo lo que debes saber.
Índice de contenidos
¿Qué es un parque infantil inclusivo?
Las áreas de juego inclusivas son diseñadas para que los niños con capacidades especiales puedan utilizar el mismo espacio que el resto de los usuarios. Así pues, las áreas de juego inclusivas son zonas en las que todos los niños pueden desarrollarse física, social y sensorialmente con independencia de sus capacidades. Para adaptarse a cada pequeño, el parque mezcla distintos tipos de juegos de una forma inclusiva y divertida. ¿Cómo? Mediante equipos y sistemas de apoyo multisensoriales, accesibles y seguros. La idea es que todos los niños participen en las mismas actividades, solos o en grupo, sin dificultad.
Beneficios de los parques infantiles inclusivos en comunidades
Estos espacios son excelentes entornos de juego para pequeños con diversas edades y capacidades.
- Favorecen que todos los niños jueguen juntos.
- Sirven para que los chicos y chicas asuman la igualdad de una forma más rápida y natural.
- Motivan el desarrollo y bienestar.
- Los pequeños hacen amigos y socializan sin tener que salir de su edificio.
- Son espacios seguros y controlados, algo clave para los padres y tutores.
- Incrementan la capacidad infantil de exploración, creatividad y conexión entre iguales.
Cómo hacer un parque infantil inclusivo
Para crear el parque, es imprescindible que las comunidades se impliquen de una manera activa en la planificación y preparación. Si sabes cuáles son las necesidades de tu comunidad, será mucho más sencillo materializar el parque requerido.
Hay que escoger el sitio y la ubicación idónea para la zona infantil. Lo principal que debes tener en cuenta es que el área de juego tenga una plena accesibilidad (como el resto de las zonas comunes). Todos los residentes de tu edificio deben poder entrar y moverse por este espacio de una forma autónoma y segura (con independencia de que vayan pie, en silla de ruedas, etc.). Los materiales de las superficies deben cumplir con las normas EN 1176 y EN 1177. También deben estar acolchados para evitar el impacto de caídas.
El siguiente punto a determinar es el tipo de equipo de juego que prefiere la comunidad. Sus funciones deben ser aptas para todos los niños, sean cuales sean sus habilidades. Así pues, los equipos deben estimular el sistema sensorial auditivo, táctil, visual, vestibular y propioceptivo. Estos dos últimos refieren a la capacidad de los niños para identificar su propio cuerpo y aprender a utilizarlo.
Asimismo, hay que seleccionar con criterio las infraestructuras de apoyo para los equipos de juego. Son, por ejemplo, los asientos que utilizarán tanto los niños como sus padres y cuidadores. Por último, el parque debe tener zonas tranquilas para que los niños puedan descansar ante una posible sobrecarga sensorial.
Los parques infantiles inclusivos en comunidades sirven para que cada niño tenga los estímulos que necesita en igualdad de condiciones con sus compañeros.
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