Seguro de comunidades de propietarios

Un incendio, una inundación o un fenómeno meteorológico extremo pueden causar graves daños en un edificio y poner en riesgo la estabilidad económica de la comunidad. Asegurar el inmueble no solo es una cuestión de tranquilidad, sino también de responsabilidad.

Recientes sucesos como el incendio de un edificio en Valencia o los destrozos provocados por la DANA en distintas zonas de España han demostrado lo vulnerables que pueden ser las comunidades ante siniestros imprevistos. En estos casos, contar con un seguro adecuado marca la diferencia entre una recuperación rápida y una situación complicada para todos los vecinos.

Además, en la Comunidad Autónoma de Madrid y en la Comunidad Valenciana es obligatorio disponer de un seguro de incendios y responsabilidad civil como mínimo, mientras que en el resto de España es una medida esencial para proteger el patrimonio común, aunque no lo exija la ley. En este artículo te explicamos por qué es clave tener un seguro de comunidad, qué cubre y qué no, y cómo elegir la mejor opción para tu edificio o urbanización.

¿Qué cubre un seguro de comunidad?

Estas son las coberturas esenciales que debe incluir un buen seguro de comunidad para garantizar la seguridad del inmueble y evitar gastos inesperados.

• Incendios y explosiones. Daños estructurales y materiales causados por fuego o explosiones accidentales.
• Fenómenos meteorológicos extremos. Inundaciones, granizo, viento o nieve que puedan afectar la estructura del edificio.
• Daños por agua. Fugas accidentales que afecten tanto a las viviendas como a zonas comunes.
• Responsabilidad civil. Cubre posibles reclamaciones por daños a terceros, evitando que los propietarios tengan que asumir altos costes legales.
• Actos vandálicos y robos. Protección contra destrozos o robos en las zonas comunes de la comunidad.

Contar con estas coberturas es muy recomendable, pero no todas las pólizas ofrecen las mismas garantías. “Las comunidades de propietarios deben contar con un seguro que garantice la mejor protección al mejor precio”, sostiene Juan García Benavent, director SecurMe, correduría especializada en seguros para las fincas. 

“No todas las pólizas son iguales y es imprescindible analizar bien las coberturas antes de contratar”, añade. “Lo fundamental es también que los administradores de fincas no tengan que preocuparse por trámites o papeleo”.

“Como correduría experta solemos tener un trato diario con administradores de fincas, tanto con la tramitación de siniestros como con el asesoramiento para ayudarles a encontrar la póliza que mejor se adapta a cada comunidad de propietarios; la experiencia en el mercado de seguros y el conocimiento del funcionamiento de las fincas nos facilita dar la respuesta necesaria”.

Un seguro eficaz empieza con un buen mantenimiento

Juan Benavent resalta también lo importante que es el trabajo de un buen mantenimiento de las fincas para evitar sorpresas. “Porque aunque el seguro cubre la mayoría de imprevistos -dice- hay que saber que no sustituye el mantenimiento del edificio y conviene conocer algunas exclusiones que son habituales en la mayoría de las pólizas”.

En este sentido, el director de SecurMe relaciona algunas que suelen repetirse: 

• Desgaste natural del inmueble. No cubre daños estructurales derivados del envejecimiento del edificio.
• Falta de mantenimiento. Si no se han realizado revisiones periódicas en cubiertas, fachadas o tuberías, los daños derivados pueden no estar cubiertos.
• Averías por uso continuado. Sistemas como ascensores, tuberías o instalaciones eléctricas pueden no estar cubiertos si su deterioro se debe a la falta de mantenimiento preventivo.