
Con la llegada del verano las comunidades de propietarios deben prestar especial atención al mantenimiento de sus instalaciones y a la atención de la seguridad. Las altas temperaturas, el mayor uso de zonas comunes en fincas vacacionales y la ausencia prolongada de algunos vecinos en las que son de residencia habitual pueden provocar imprevistos si no se actúa con antelación. Desde Mediterráneo te ayudamos a repasar aspectos clave para garantizar la seguridad, el confort y la buena convivencia durante estos meses estivales.
El mantenimiento ordinario es una responsabilidad que recae, principalmente, en el administrador de fincas y en la ejecución de acuerdos adoptados por ls Junta. No obstante, la colaboración vecinal también es importante para asegurar el buen funcionamiento de los espacios comunes. Este artículo distingue claramente ambas dimensiones: las tareas profesionales y la contribución vecinal.
Índice de contenidos
Cómo planificar y ejecutar el mantenimiento en tu comunidad
Aunque la Junta general adopta sus decisiones y el alcance de los contratos de mantenimiento de las insalaciones, el día a día pasa por el administrador de la comunidad, a quien se le comunican las incidencias a resolver. Pero los vecinos pueden contribuir al buen estado de la comunidad y al buen funcionamiento de sus servicios adoptando conductas responsables y colaborativas como estas:
- Esar responsablemnte las instalaciones comunes, evitando comportamientos que puedan perjudicar su funcionamiento.
- Notificar las incidencias que se oberven al administrador para su pronta resolución.
- Respetar las normas counitarias para garantizar la convivencia.
La importancia del mantenimiento en comunidades de vecinos
El mantenimiento preventivo y correctivo permite garantizar la seguridad, preservar el valor del inmueble y asegurar el bienestar de todos los residentes. Y además supone un ahorro de gastos, ya que el cuidado evita averías y por tanto reparaciones.
En verano, especialmente, hay puntos a tener en cuenta por su mayor uso.
Tipos de mantenimiento comúnmente requeridos en comunidades de vecinos
1. Piscinas comunitarias: seguridad y normativa
Las piscinas son uno de los principales atractivos en verano, pero su mantenimiento requiere unas atenciones espaciales:
- Control de calidad del agua. Es fundamental revisar y ajustar regularmente los niveles de pH y cloro para garantizar la salubridad del agua.
- Revisión de instalaciones. Comprobar que los sistemas de filtrado y las duchas funcionen correctamente.
- Aplicación de la normativa vigente. Hay que verificar si es obligatorio contar con socorrista y cumplir con las ordenanzas locales y legislación autonómica.
- Comprobación de la seguridad y accesibilidad. Mantener las zonas de acceso limpias y libres de obstáculos, con señalizaciones visibles y en buen estado.
2. Jardines y zonas verdes: mantenimiento sostenible
El cuidado de las áreas verdes en urbanizaciones es otro aspecto a cuidar. Los jardines no solo mejoran la estética sino que aportan confort. Algunas medidas preventivas contribuyen a su buen mantemiento;
- Riego eficiente. Programarlo en las horas de menor calor minimiza la evaporación.
- Poda y limpieza. Realizar podas regulares para evita la acumulación de residuos vegetales.
- Control de plagas. Aplicar tratamientos preventivos protege la vegetación y la salud de los vecinos.
Los residentes pueden colaborar respetando las plantas, evitando arrojar residuos y cuidando el mobiliario comunitario.
3. Seguridad durante las vacaciones: prevención de robos o hurtos
Por otro lado, las medidas que mejoran la seguridad en la finca son muy recomentables en las comunidades que son mayoritariamente de vivienda residencial, con mayor asencia de sus vecinos en los periodos vacacionales.
Aparte de los acuerdos que pueda tener la comunidad en cuestiones de videovigilancia, en la contratación de conserjes o en la de vigilantes, los vecinos también consiguen aportar un ambiente más seguro cuando adptan determinadas precauciones tnto en los espaos comunes como en sus propias casas que van a quedar vacías durante semanas. Para ello son eficientes estas medidas:
- Revisión de cerraduras y accesos. Es responsabilidad de cada propietario mantener seguros sus accesos y los de la finca, dejando cerradas las puertas que dan entrada a los edificios o garajes. Proteger las zonas comunes es un modo de proteger también los espacios privados.
- Iluminación adecuada en zonas comunes. Es importante comunicar cualquier incidencia que afecte a la luz de espacios comunes y jardines para que no hayan zonas oscuras que puedan amparar a personas ajenas a la finca.
- Comunicación entre vecinos. La colaboración vecinal suele consistir en recoger el correo de los ausentes o avisar al resto sobre movimientos extraños de personas desconocidas.
4. Anticiparse a los problemas es el mejor mantenimiento
El mantenimiento en una comunidad es, pues, una labor conjunta que requiere una gestión profesional por una parte y el compromiso responsable de los vecinos por otra. Implicarse en vida diaria preventiva es fundamental: cada gesto cuenta cuando se trata de vivir mejor y de aprotale un mayor valor a las instalaciones que se comparten: el ascensor, las escaleras, los jardines, las piscinas…
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