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Cómo gestionar los impuestos de tu comunidad y evitar sanciones

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¿Sabías que tu comunidad de propietarios también tiene obligaciones fiscales? La gestión de impuestos en comunidades puede ser compleja y generar muchas dudas. Desde el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) hasta las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o la contratación de servicios, es esencial cumplir con las normativas para evitar sanciones. En Mediterráneo, ayudamos a las fincas a gestionar todos los aspectos fiscales para que no tengan que preocuparse de nada.

¿Qué impuestos afectan a las comunidades de propietarios?

Las comunidades pueden estar sujetas a varios impuestos, entre los cuales destacan:

  • Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI): Se aplica sobre los inmuebles de los que es titular la comunidad, como plazas locles comunes o plazas de garaje. La comunidad es responsable de su pago, aunque luego repercuta el coste entre los propietarios.
  • Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): Si la comunidad obtiene ingresos por actividades como la instalación de antenas de telefonía o alquiler de espacios comunes, debe declarar dichos ingresos.
  • Retenciones del IRPF: Al contratar servicios profesionales (como administradores o asesores jurídicos), la comunidad debe practicar retenciones en las facturas y declararlas trimestralmente a Hacienda.

Obligaciones fiscales

Gestionar los impuestos en comunidades de propietarios no solo implica el pago de tributos, sino también el cumplimiento de obligaciones fiscales que aseguran la transparencia y legalidad de sus operaciones.

  • Declaración de ingresos y gastos:
    Si la comunidad genera ingresos, como el alquiler de espacios comunes o antenas de telecomunicaciones, debe declararlos mediante el Modelo 184, que informa a Hacienda sobre las cantidades obtenidas en régimen de atribución de rentas. Los ingresos se atribuyen directamente a los propietarios según su cuota de participación.
  • Retenciones a profesionales:
    Cuando la comunidad contrata servicios profesionales, como administradores de fincas o asesores jurídicos, está obligada a practicar retenciones de IRPF en sus facturas. Estas deben declararse trimestralmente con el Modelo 111 y, al final del ejercicio fiscal, con el Modelo 190, que resume todas las retenciones anuales.
  • Impuestos locales:
    La comunidad debe afrontar impuestos locales como el IBI, que afecta a los espacios y popiedades comunes de la finca, incluidos garajes y trasteros. Este impuesto se paga anualmente al ayuntamiento y su importe se reparte entre los propietarios según su cuota de participación. Además, suelen aplicarse tasas municipales como las de recogida de basuras o vados permanentes.
  • Declaración de operaciones con terceros:
    Si la comunidad realiza pagos a proveedores que superan los 3005,06 euros anuales, está obligada a presentar el Modelo 347, que informa a Hacienda sobre el importe total abonado a cada proveedor. Este modelo controla el fraude fiscal y verifica las declaraciones de ingresos y gastos de ambas partes.
  • Otras obligaciones fiscales:
    Dependiendo de las actividades de la comunidad, pueden surgir otras obligaciones fiscales, como el IAE si se obtienen ingresos por actividades económicas o el IVA en algunos casos específicos.

Importancia de una correcta gestión fiscal

Una gestión adecuada de impuestos no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que también evita sanciones y recargos. Además, permite una transparencia económica que genera confianza entre los propietarios. Contar con una correcta gestión fiscal es fundamental para evitar conflictos internos y garantizar la estabilidad financiera de la comunidad de propietarios.

¿Por qué confiar en un servicio especializado?

Gestionar los impuestos de una comunidad de propietarios puede resultar complejo debido a las normativas fiscales en constante cambio. Confiar en un servicio especializado y en expertos ofrece seguridad jurídica, reducción de riesgos fiscales, optimización de recursos económicos y facilita que las obligaciones fiscales se cumplan correctamente. Además, evita posibles sanciones, recargos y optimiza los recursos financieros al identificar deducciones fiscales.

Delegar estas gestiones ahorra además tiempo a la comunidad y evita conflictos internos. Si quieres profundizar más sobre la gestión de impuestos en comunidades de propietarios, consulta nuestro artículo sobre impuestos en comunidades de propietarios.