Su origen se remonta al momento en el que la Caja de Ahorros del Sureste creó un nuevo servicio en Benidorm en 1964
La historia de Mediterráneo, y especialmente su origen, le convierte en una entidad pionera en el sector de administración de fincas. Desde su instauración en 1964 como un servicio creado por la entonces Caja de Ahorros del Sureste en su oficina de Benidorm, localidad que protagonizaba uno de los desarrollos turísticos y urbanísticos más llamativos de los años sesenta, y con su transformación posterior en empresa con una nueva denominación, Mediterráneo ha seguido una trayectoria creciente como referente de consolidación profesional, sostenibilidad de la actividad y adaptación a los cambios sociales del país.
El servicio comenzó con la administración de cuatro fincas, pero pronto aumentó su cifra de clientes y se extendió por zonas costeras de las provincias de Alicante y Murcia. En la actualidad, la firma administra más de 6.000 fincas distribuidas en la Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Comunidad de Madrid, Andalucía, País Vasco y Cantabria, mientras sigue consolidando su expansión con su inminente presencia en Castilla-La Mancha.
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Primer nombramiento
Una fecha marca el arranque de su recorrido histórico. El 26 de marzo de 1964 la comunidad de propietarios del Edificio Ramsa de Benidorm celebró una Junta general, en cuya acta se hizo constar que se elegía como administrador a “los Servicios Administrativos de la Caja de Ahorros del Sureste de España, representados por don Matías Mengual Grimalt y don Manuel Sánchez Monllor, Jefe y Subjefe, respectivamente de estos Servicios”. Todavía hoy, sesenta años después, la comunidad confía su administración a Mediterráneo, a quien ha reelegido cada año.
El que fuese esta la primera finca administrada por la entidad, y no otra, tiene una explicación curiosa. Constituida el año anterior, en ella había adquirido un apartamento el fundador y director de la Caja de Ahorros del Sureste, Antonio Ramos Carratalá, que solicitó de entrada al director de la oficina de Benidorm, Matías Mengual, que se hiciera cargo de su gestión en sus primeros momentos a título particular, propuesta que aprobó la comunidad en abril de 1963 como decisión previa a la que se adoptaría un año después con la elección de la Caja de Ahorros.
Precedente clave: la reunión de la calle Alameda
Manuel Sánchez Monllor, joven subjefe entonces de la oficina, es hoy memoria viva de aquellos momentos iniciales tras fallecer Mengual, quien como director cuidó el avance del servicio en Benidorm durante años.
“Yo administraba por mi cuenta tres fincas -recuerda Sánchez Monllor- y se me había expedido por ello un carnet profesional de la Agrupación Nacional Sindical Autónoma de Administradores de Fincas Rústicas y Urbanas; eran aquellos los primeros pasos que se daban para organizar la profesión tras promulgarse la Ley de Propiedad Horizontal en 1960, y de hecho fui uno de los diez primeros en Alicante, a quienes se nos encomendó constituir la sección provincial”.
“Por eso comenté a Matías Mengual -añade- que la administración de fincas podría ser un nuevo servicio para la Caja, sobre todo pensando en ampliar vínculos con los clientes; así que tuvimos los dos una reunión con Antonio Ramos Carratalá en la oficina de Benidorm, en las instalaciones de la calle Alameda que hacía poco se habían inaugurado, y aceptó la iniciativa; el Servicio nació pasando a la Caja la finca que administraba Mengual y las tres que administraba yo”.
Novedad, éxito y expansión
El servicio emergente fue un éxito y creció con rapidez. Sánchez Monllor conserva un gráfico que incluyó en un informe interno de 1965 para demostrar el acierto de la Caja de Ahorros antes de trasladarse a la oficina de la Albufereta de Alicante. Allí, entre otras misiones, implantó también el mismo servicio en esa zona que comenzaba a crecer con nuevos edificios de apartamentos y en la Playa de San Juan. “En ese gráfico se ve el aumento del número de administrados en poco tiempo”.
La expansión del servicio en los años sesenta consolidó la innovación que aportó la entidad al sector, incluso antes de que la profesión se organizara oficialmente en 1968 con la constitución legal del entonces llamado Colegio Nacional Sindical de Administradores de Fincas.
El modelo de administración como persona jurídica desde la entidad de ahorro fue novedoso y único en sus inicios, en contraste con el desarrollo del oficio en pequeños despachos.
Todos los nombres
La Caja de Ahorros del Sureste cambió su denominación en los años setenta del siglo XX por la de Caja de Ahorros de Alicante y Murcia y, posteriormente, avanzados los ochenta, por la de Caja de Ahorros del Mediterráneo.
En 1989, transformó el Servicio de Administración de Fincas Ajenas en una empresa denominada Mediterráneo Servicios de Gestión Inmobiliaria SA -también conocida por sus iniciales MSGI-, integrada en el Grupo CAM hasta 2010.
A partir de esta última fecha, la sociedad pasó a ser una empresa de inversión privada, registrándose poco después su denominación actual de Mediterráneo Servicios de Gestión Integral SAU.
Grupo de empresas
Sesenta años después de su surgimiento en un único lugar, Mediterráneo atiende a sus comunidades de propietarios administradas en una treintena de oficinas y da nombre, además, a un Grupo de empresas: Mediterráneo Global.
Las actividades de este Grupo se extienden, como complemento a la administración de fincas que representa MSGI, al sector de seguros con SecurMe, correduría que presta apoyo a las comunidades de propietarios y a sus componentes, al de los servicios técnicos y de mantenimiento a través de MiServ, sociedad que facilita una gama amplia de proveedores, y al asesoramiento inmobiliario con Mediterráneo Homes.
Actualmente, tanto el Grupo como MSGI se encuentran desarrollando un ambicioso plan de expansión territorial con la incorporación de nuevos profesionales con experiencia.
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